Hospital de películas: harán un laboratorio para recuperar y guardar los tesoros de celuloide del archivo fílmico nacional

Contará con una cámara para conservar películas de nitrato, un material altamente inflamable y espacios para restaurar e imprimir copias o pasarlas a otros

Sólo quedaba una copia completa del filme mudo alemán Metrópolis, dirigido en 1927 por Fritz Lang. Esa copia, que se consideraba perdida, apareció en Buenos Aires en el año 2008, entre los 90.000 rollos de películas de todos los tiempos del archivo del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken.

Allí se conservan desde el primer largometraje de ficción argentino (Amalia, de 1914), hasta la colección del estudio “Argentina Sono Film”. Ese archivo está en peligro, por la inestabilidad de sus materiales. Pero ahora se vislumbra una esperanza: el Ministerio de Cultura porteño y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) anunciaron la construcción del Primer Laboratorio de Preservación Fílmica de la Argentina.Estará en La Boca y será un espacio donde se podrá restaurar y conservar el archivo fílmico nacional.

Las películas más antiguas están en soporte de nitrato, un material químicamente inestable y muy inflamable. Hace falta un lugar específico para conservarlas. Ese espacio estará en Pedro de Mendoza 3951, frente al Riachuelo, donde ya comenzaron los trabajos para construir el laboratorio. Cuando esté terminado, albergará parte de la colección fílmica del Museo del Cine y el acervo audiovisual nacional, con todos los formatos y soportes fílmicos que conserva la Cinemateca del Archivo y de la Imagen Nacional (CINAIN), dependiente del INCAA.

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El proyecto surge de un convenio firmado por el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, y el presidente del INCAA, Ralph Haiek, con el fin de preservar el archivo fílmico nacional. La construcción del laboratorio será financiada por el Museo del Cine, que depende de la Ciudad, y el CINAIN. Así, Buenos Aires se convertirá en una de las pocas ciudades del mundo en tener un sitio de estas características.

El edificio contará con lugares para desarrollar trabajos con material húmedo y seco, laboratorio óptico, y espacios de experimentación química con imágenes, realización de copias y guarda del material fílmico, entre otros. Desde el Ministerio de Cultura afirman que va a ser una solución definitiva para el material fílmico de nitrato que, por su alta peligrosidad, requiere de especial cuidado y condiciones de guardado. En el edificio va a haber una cámara específica para almacenarlo en forma segura y con la temperatura, humedad y ventilación adecuadas.

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El laboratorio estará dotado de equipos deshumidificadores y de climatización de acuerdo a los estándares internacionales de conservación del material fílmico de todo tipo y formato. Contará con dos lavadoras de película, una copiadora de ventanilla líquida, una impresora óptica, dos mesas rebobinadoras, una lectora de sonido, una moviola, una reveladora, una secadora, un scanner de imagen y un procesador de sonido.

Además de restaurar o imprimir copias, se podrán rescatar materiales antiguos o en proceso de degradación mediante la transferencia a otros soportes.

Por su parte, la directora del Museo del Cine, Paula Félix Didier, subrayó la importancia del convenio firmado para constituir una cinemateca nacional: “Con una reserva técnica según estándares internacionales para el acervo en soporte nitrato y un laboratorio analógico-digital, aseguramos un futuro duradero para nuestras imágenes en movimiento, componentes fundamentales de nuestra historia y memoria colectiva”, afirmó.

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Con este laboratorio con tecnología de producción y restauración de imagen con standard de calidad internacional, la Argentina tendrá autonomía para tratar y restaurar su patrimonio audiovisual sin depender de laboratorios extranjeros. El objetivo, explican, es que el país sea un referente al respecto dentro de Latinoamérica, tal como sucede con los laboratorios estatales en México. En tiempos de digitalización, el último laboratorio de revelado fílmico de la Argentina cerró en 2016.

Fuente: Clarín

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