En el evento internacional que trata sobre la computación, participaron tres instituciones escolares de toda la provincia.
El objetivo de la Hora del Código (LHC) es aprender que la Ciencia de la Computación es divertida, creativa, y accesible para estudiantes de todas las edades. La Hora del Código está organizada por Code.org, una organización pública sin fines de lucro dedicada a promover la participación en escuelas e institutos de las Ciencias de la Computación.
Tiene, además, una especial atención en incrementar el número de mujeres y estudiantes de colectivos minoritarios que aprenden a programar. Una coalición sin precedentes de socios que se ha reunido para apoyar La Hora del Código, incluyendo Microsoft, Apple, Amazon, Boys y Girls Clubs of America y College Board.
El centro de educación Chip realizó este primer evento en la Ciudad Termal.
Participaron alumnos del nivel primario de las diferentes escuelas de la comunidad.
“Este evento es un movimiento global, en Argentina se lleva a cabo las primeras semanas de diciembre en celebración de la Semana Educativa de las Ciencias de la Computación”, detalló aEl Tribuno, la docente María Elena Checa, directora del instituto.
“Está diseñada para mostrar que todo el mundo puede aprender a programar y así comprender los fundamentos básicos de la disciplina. La idea es mostrar que podes programar jugando, de ahí los desafíos en Minecraft, Scratch y Lighbot”, explicó.
“Los chicos se reúnen en todo el mundo, determinan el tipo de juego, luego programan y van pasando de nivel, y cuando llegan al último, la página original de esto evento, los certifica de acuerdo al trabajo realizado”, indicó Checa.
Además de los estudiantes, otro “estudiante” es el educador, quien gana confianza después de una hora para enseñar Ciencias de la Computación a pesar de no tener un título universitario como un científico de la computación.
En ese sentido, la docente expresó; “La Hora del Código realizado en Chip, contó con participantes de las escuelas Martina Silva de Gurruchaga N§ 4.101, cuyos mentores o facilitadores son Santiago Gómez e Ignacio Peralta, quienes trajeron a su vez, a tres niños de sexto grado. De la San Leonardo Murialdo Nº 4.694. Celeste Pistone y Florencia Uncos, como mentoras de la escuela Roberto Iriarte N§ 4.796, con Agustina Sanhueso y Fátima González”.
Adolescentes coordinadores
Por otro lado, Fernando Gutiérrez, de tan solo doce años, coordinó un grupo de compañeros del instituto educativo computacional.
En cuanto a los facilitadores, la directora señaló: “Este grupo de estudiantes, del curso La programación y su didáctica, que está avalado por la Universidad de Santiago del Estero, hacen las pasantías no rentadas en diferentes escuelas de nuestra ciudad”.
“El objetivo de esas pasantías es que la Programación y la Robótica lleguen a todos los rincones de Rosario de la Frontera. Ellos eligen las escuelas en donde van a dar las clases, y regalan su tiempo y horario dedicado exclusivamente a enseñar Programación y Robótica”, di jo.
Organizado por un chico de 12 años
La Hora del Código tuvo diferentes desafíos para programación de PC.
Respecto a la selección de los alumnos para participar en la Hora del Código, la docente Checa dijo que “las pasantías se realizaron desde junio a diciembre en las escuelas, y ellos, los facilitadores los conocen a sus alumnitos, saben cuáles tienen desarrollado el pensamiento lógico en mayor escala, en fin, conocen todas sus virtudes. Todos trabajan bien, solo que siempre hay algunos que son más pasionales, y en otros casos, se recurrió al sorteo porque era muy difícil determinar y decidieron pedir ayuda a las docentes de aula para que les ayudara a seleccionar a los alumno”.
Santiago Gómez, de 18 años, facilitador, expresó a El Tribuno: “Yo estoy haciendo mis pasantías en la escuela Gurruchaga, y seleccioné a tres alumnos para programar en LHC. En este caso, los escogí especialmente porque eran los que más participaban y a los que más les interesaba este tipo de trabajo”.
“Es una experiencia muy buena, porque ves como uno mismo le puede enseñar a los chicos a hacer cosas importantes que le van a servir a futuro. Por eso les recomiendo a todos los niños que se animen y tomen conocimiento de todo lo que se puede hacer con la Programación”, dijo.
Agustina Sanhueso y Fátima González, otras de las jóvenes que realizan la pasantía, expresaron: “A nosotras nos tocó dar las clases en la escuela José Roberto Iriarte, y trajimos cuatro alumnas. Nuestra selección fue mediante un sorteo porque todos estaban muy entusiasmados y querían participar”.
“El evento tuvo diferentes desafíos, y nosotros teníamos que recomendarles a ellos previamente para que no se estancaran en el desafío. Nuestro deber fue guiarlos en cada paso al cabo de una hora. Una vez finalizado, les entregamos los diplomas”, indicaron.
“Fue una experiencia muy linda porque no somos maestras y, pudimos enseñar, compartir lindos momentos, porque los niños te brindan cariño y nos hicieron sentir muy queridas”, concluyeron.
El más pequeño, Fernando Gutiérrez, de 12 años, encargado de organizar el evento, dijo: “Mediante LHC, quise enseñarles a los chicos que aprendan a programar, por eso me encargué de darlo a conocer”.
Fuente: eltribuno