Una clínica veterinaria de Núñez denunció que sus empleadas fueron agredidas por una clienta que reaccionó de forma violenta ante la recomendación de un tratamiento para su mascota.
Según relataron desde la cuenta social de Leo Can, la mujer llegó a la clínica con su gato en brazos, para realizarle un control. «El gatito estaba con una sonda uretral, que se había salido y había que volver a introducirla. Obviamente, esta es una maniobra molesta y dolorosa para el animal, por lo que se requiere de una sedación», informaron.
La mujer no estuvo de acuerdo en realizar el procedimiento, contaron, y como consecuencia, comenzó a agredir verbalmente a la veterinaria. «Cada vez levantaba más el tono, gritaba y amenazaba. Frente a esta situación, la doctora le comunicó que no iba a seguir atendiéndola, y le ofreció derivar al paciente para que lo llevara a donde ella considerara», revelaron.