Al mejor estilo de Bombita Darín en la película Relatos Salvajes, un hombre en Mar del Plata rompió la garita de una cochera tras discutir con el playero por el precio de la estadía de su vehículo
A imagen y semejanza de una de las historias de la película Relatos Salvajes, en la que Ricardo Darín interpreta un momento de furia haciendo explotar el vehículo que había sido llevado varias veces al corralón por mal estacionamiento, este sábado 20 de marzo a las 18.50 se vivió una situación similar en Mar del Plata cuando un hombre perdió la cordura y comenzó a destrozar la garita de una playa de estacionamiento indignado por lo que querían cobrarle tras la permanencia de su camioneta en el lugar.
El estacionamiento, ubicado en las calles Santa Fe y Moreno de la ciudad balnearia, fue epicentro de un verdadero escándalo cuando el hombre, tras discutir con el encargado por la tarifa que le reclamaba por la permanencia del vehículo, tomó una barreta y luego unos conos de balizamiento para comenzar a destruir los vidrios de la garita en la que se encontraba el playero, quien se refugiaba en su interior mientras el descontrolado cliente azotaba contra todo lo que tenía enfrente.
Mientras esto sucedía, otros eventuales clientes de la cochera observaban atónitos el descontrol de esta persona que estaba fuera de sí, al tiempo que un transeúnte llamó a la policía para tratar de darle un corte al ataque de ira, mientras ya temían por la integridad física del empleado del estacionamiento, ya que los ataques empezaban a ir hacia el interior del espacio que ocupaba.
Finalmente la policía detuvo al émulo de Bombita Darín y lo llevaron detenido por flagrancia, causa que quedó a cargo del fiscal Gastón del Marco, quien tras imputar daños y amenazas se disponía a proseguir con la causa, aunque el agresor recuperará su libertad porque se tratan de delitos excarcelables.
Cuando los medios fueron a buscar el testimonio de la víctima que estaba en la garita, éste se negó a contar lo ocurrido por miedo, ya que según narró el agresor lo amenazó si hablaba. “Voy a volver y te voy a pegar un tiro”, dijo el empleado del estacionamiento, quien sólo admitió que todo comenzó por el precio que debía abonar por la permanencia del vehículo y porque cuestionaba la cantidad de minutos estipulados en el ticket.
Fuente: La Capital