“Donde las acciones dicen más que las palabras”, se puede leer el eslogan en uno de los pocos rincones que quedaron iluminados del edificio de Paso y Alem. Unos pocos focos más, los del hall de entrada y los del logo; el resto, en penumbra: el hotel Sheraton de Mar del Plata cerró post Semana Santa por dos meses y suspendió a sus 80 trabajadores.
Después del último fin de semana extra largo, cuando a la ciudad llegaron cerca de 180 mil personas y hubo una ocupación hotelera promedio del 70%, la administración del 5 estrellas se acogió a una cláusula del convenio colectivo que le permite suspender a su personal y abonarle, por ese periodo, un porcentaje del sueldo.
Se trata del articulo 223 bis del convenio que contempla la suspensión de los trabajadores en circunstancias excepcionales, y dispone que el empleador abone tres cuartas partes del salario. Además, obtiene una reducción mayor en concepto de cargas sociales.
Aun antes de la temporada de verano, cuando tuvieron un muy leve respiro (reservas de entre un 25 y un 35%; apenas dos fines de semana al 50%), los hoteleros vienen advirtiendo sobre la grave crisis que afecta al sector. Se estima que durante la pandemia unos cien hoteles y locales gastronómicos debieron cerrar definitivamente.
Trabajadores nucleados en la Agrupación 25 de Mayo de empleados gastronómicos dieron a conocer la imagen del hotel con luces encendidas solo en algunas habitaciones para conformar la figura de un corazón al frente del edificio y un comunicado anunciando la decisión de la empresa.
A modo de protesta, los trabajadores encendieron las luces de algunas habitaciones en forma de corazón.“Hay al menos 80 familias que dependen de la actividad de este hotel y su situación para los próximos meses es totalmente incierta“, explicó Pablo Santín, referente de la agrupación 25 de Mayo.
Además, advirtió que no hay plazos claros para su reapertura y que la misma decisión fue tomada por otros establecimientos de la ciudad. Desde el hotel no hicieron declaraciones.
“Si un hotel cinco estrellas cierra de esta manera, qué les queda a los de categorías más bajas que tienen menos espalda para sostenerse en el marco de la feroz crisis provocada por la pandemia”, dijo Santín, y advirtió por la situación “crítica” que está atravesando el sector hotelero de la ciudad: “No podemos aceptar que sigan perdiéndose más empleos en la actividad, estamos al límite“.
Los trabajadores explicaron que en principio el hotel abrirá sus puertas en junio, de cara a las vacaciones de invierno, pero no saben si luego, hasta la próxima temporada de verano, volverán a ser suspendidos. “La incertidumbre es total”, explicó Santín.
AFG
