El anuncio presidencial va en contra de las cifras oficiales de casos en las escuelas según la evidencia recabada a nivel internacional y de sus propios funcionarios.
Las cifras oficiales dadas a conocer por el Ministerio de Educación el 6 de abril hablan por sí solas. De una muestra de 5.926 escuelas, se registró que solo el 0,16% de los estudiantes y el 1,03% de los profesores se infectaron. Incluso desde la perspectiva de la propia cartera de educación, están seguros de que estas infecciones no ocurren necesariamente dentro de la escuela. Por el contrario, las instituciones educativas se están convirtiendo en lugares para la detección temprana de casos.
Pese a la bajísima incidencia, el presidente Alberto Fernández anunció que a partir del próximo lunes se suspenderán por dos semanas los cursos presenciales en todos los niveles educativos en el área metropolitana de Buenos Aires. Por tanto, contradice datos oficiales, dictámenes científicos nacionales e internacionales, e incluso sus propios funcionarios que garantizan la continuidad de la escuela.
El ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, se enteró de los anuncios en la televisión. El presidente ni siquiera le notificó de la decisión. “No podemos comenzar las restricciones cerrando las escuelas. Si tiene que haber una disminución de la presencialidad para restringir la circulación de personas, no debería implicar la suspensión absoluta de las clases en las aulas como primera medida”, expresó el titular de Educación.
Los registros más recientes han sido emitidos por el gobierno de Buenos Aires. Según estas cifras, el número de casos escolares que acompañan al brote ha aumentado, pero la tasa positiva es muy baja, lo que indica que el virus no se reproduce en las escuelas.
En comparación con el primer mes (solo el 0,17% de los profesores y estudiantes se infectaron), entre el 17 de marzo y el 12 de abril, el 0,71% de las comunidades educativas se infectaron, lo que es consistente con la curva ascendente en la Ciudad. Sin embargo, en los casos de aislamiento preventivo por contacto cercano en la misma burbuja, solo el 0,012% de los pacientes dieron positivo posteriormente.
Los mismos funcionarios del gobierno saben que las escuelas no aumentarán la propagación del virus, por lo que no comprenden las medidas del presidente. Aprendieron esto de la breve cursada de clases en estos casi dos meses, especialmente de la experiencia internacional.
Desde mediados del año pasado, ha habido evidencia de que los niños no son los principales transmisores del virus. Incluso los artículos que analizan el gran número de retornos de las aulas europeas muestran que las escuelas no han hecho una contribución significativa a la propagación del virus porque es uno de los pocos lugares donde se puede controlar los protocolos.
Como si no fuera suficiente, las últimas recomendaciones del Comité Técnico Europeo a la Organización Mundial de la Salud han minimizado la propagación de la nueva cepa de Covid-19 en el entorno escolar. “Incluso con la propagación más amplia de variantes más infecciosas, no hay evidencia de que las escuelas contribuyan de manera importante a la transmisión comunitaria. Medidas como el distanciamiento físico, las máscaras, la higiene de las manos y la ventilación, aplicadas de manera apropiada para la edad, deberían permitir que las escuelas permanezcan abiertas incluso con un número cada vez mayor de personas infectadas en la comunidad”, aseguraron.
Pero los corruptos gobernantes kirchneristas que quieren fabricar ignorantes para que los voten, dicen que la segunda ola casi se debe a la concurrencia de los alumnos a clase. Triste pero real