A pocos días del inicio de una nueva temporada, la terminal se encuentra en un estado deplorable, y a pesar de los tantos proyectos que se han mencionado, nada ha cambiado.
Las instalaciones de lo que supo ser un próspero punto de convergencia para cientos de personas que arribaban a la ciudad, hoy se ha transformado en una zona abandonada. Y aunque los servicios de transporte sigan funcionando, la condición en la que se encuentra la terminal es deplorable, desde no contar con agua potable, hasta tener sectores sin luz.
Vidrios rotos, puestos abandonados, sectores clausurados y puertas tapeadas son algunas de las cosas que observamos en su interior. Además, donde en su momento más próspero funcionaba un restaurante en el cual las personas podían disfrutar de su estadía, hoy se encuentra un kiosco abandonado, y solo el buffet, que tiene un sector en uso, brinda cierta atención a los turistas.
Son innumerables la cantidad de ideas que se han mencionado para remodelar la Terminal, desde enviar proyectos al ministerio de Transporte de la Nación, hasta intentar concesionar el predio.
En el último tiempo, debido a la falta de personal y la poca vigilancia en algunas horas, se han detectado robos de elementos que son bien del estado. Desde entonces, el municipio ha tomado el control del edificio para intentar revertir la situación.
Sin embargo, y a falta de tan pocos días para que comience una nueva temporada, que promete ser una de las más prósperas en muchos años, ningún planeamiento se ha concretado, y solo basta con acercarse a las instalaciones e ingresar en las mismas para darse cuenta de ello.
