5 buenos consejos para visitar familiares que viven en otra ciudad

Es cierto que con las posibilidades que brinda el mundo digital las distancias se han acortado. Hoy podemos hablar en tiempo real con personas al otro lado del mundo como si estuvieran a dos casas de distancia, pero eso no reemplaza la presencia física.

Todos tenemos, en mayor o menor medida, familiares que viven lejos o por lo menos que no viven en nuestra misma ciudad. Ante esto, seguro surge el deseo de visitarlos, pero quizás no sepamos a qué debemos prestar atención para hacerlo.

En los cinco puntos que siguen a continuación, compartimos algunos buenos consejos para visitar a esos familiares que hace tiempo que no vemos.

1. Disponer de movilidad propia

Seguramente, nuestros familiares tengan la mejor predisposición y no será un problema para ellos llevarnos a conocer la ciudad. Pero sin duda será más cómodo contar con movilidad propia, algo que dará mayor libertad a todos.

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Por eso, el alquiler de autos es una gran solución. Contactando algún servicio como el de BookingCars podremos hacer lo que deseemos sin molestar a nadie, además de incluso invitar a nuestros familiares a pasear juntos.

2. Conseguir alojamiento por nuestra cuenta

Con un argumento parecido al del punto anterior, es muy probable que nuestros familiares quieran que nos hospedemos en su casa, pero esto puede ser problemático. La presencia de personas ajenas al lugar inevitablemente altera el orden.

Como alternativa a esto, lo ideal sería conseguir alojamiento por nuestra cuenta y desde antes de llegar a la ciudad que estamos visitando. De esta manera, no habrá lugar para improvisaciones ni discusiones innecesarias.

3. Colaborar con las cosas de la casa

Aunque consigamos un espacio propio para hospedarnos, lo cierto es que pasaremos la mayor parte del tiempo en la casa de nuestros familiares. Y, ante esta realidad, conviene estar predispuesto y ayudar en todo lo que podamos.

Sin lugar a dudas, nadie de nuestra familia querrá que hagamos ni el menor esfuerzo en su casa, pero es simplemente ser un buen invitado. Ayudar con la mesa, lavar los platos, acomodar lo que sea que se haya desacomodado son pequeños gestos que se agradecerán.

4. Organizar planes atractivos

Una gran idea para este tipo de viajes es organizar algunas actividades que saquen a nuestros familiares de su rutina diaria. No hay que olvidarse que, aunque nuestra visita es algo extraordinario, ellos siguen estando en su ciudad y su casa de siempre.

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No hace falta conocer a fondo la ciudad para encontrar qué hacer, basta con averiguar mínimamente y enseguida encontraremos algún plan que sea agradable para todos. Lo importante es compartir el tiempo.

5. Agradecer la hospitalidad

Finalmente, este es un consejo que se cae de maduro, pero no hay que olvidar ser agradecidos por el recibimiento y por el tiempo dedicado. Como decíamos en el punto anterior, nuestra familia estará viviendo su vida diaria y atendernos seguro es un esfuerzo extra.

Hay que irse prometiendo volver y ofreciendo la misma atención en nuestra propia ciudad. Esto ayudará a mantener un vínculo sano y agradable con nuestros familiares, aun viviendo lejos. Y nos hará sentir más cercanos.