Sucedió el 8 de julio, en el colegio Don Bosco de la ciudad de Mar del Plata. Una estudiante de 15 años quedó hipoacusia neurosensorial bilateral severa, tras explotar un tacho de basura donde otros estudiantes habían instalado una bomba casera durante el recreo, por cumplir uno de los retos de la red social TikTok. Desde la institución aún no identificaron a los culpables.
Adolescentes dejaron sorda a una compañera de la escuela por cumplir un reto de TikTok Sucedió el 8 de julio, en el colegio Don Bosco de la ciudad de Mar del Plata. Una estudiante de 15 años quedó hipoacusia neurosensorial bilateral severa, tras explotar un tacho de basura donde otros estudiantes habían instalado una bomba casera durante el recreo, por cumplir uno de los retos de la red social TikTok. Desde la institución aún no identificaron a los culpables.
La adolescente de 15 años, Azul Zabaleta, fue víctima de un explosivo casero, construido por otros estudiantes de la institución, que formaba parte de un reto de TikTok. El experimento estaba en un tacho de basura y Azul pasó a su lado sin saber que estallaría. Según los testimonios de su papá, Matías Zabaleta, al llegar al establecimiento educativo “Azul estaba tirada en el piso de la preceptoría, desvanecida del dolor. El trauma acústico le afectó el equilibrio y no daba más”. Así mismo, informo que la ambulancia nunca llegó y la cargó en brazos para llevarla de urgencia al hospital.
Todos los estudios le daban mal y decidieron dejarla internada para intervenir quirúrgicamente tres veces consecutivas; después debió someterse a altas dosis de corticoides y a sesiones de cámara hiperbárica que buscaban bajar la inflamación de los tímpanos. “Este mes y pico de sus tratamientos fue un calvario para ella, el hecho de someterse a los diferentes procedimientos. Sufrió un montón, se perdió muchas cosas.
Está muy mal”, expresó Matías. “El diagnóstico hoy es que tiene una hipoacusia neurosensorial bilateral severa. Sufrió la pérdida del 96,4 % de su audición bilateral y deberá usar implante coclear en ambos lados”, contó su papá, y apuntó contra las autoridades de la escuela: “Subestimaron lo que pasó, no garantizan la seguridad de su alumnado”. Recientemente tras nuevos estudios, Zabaleta informo que “Dieron peor de lo que venían dando. El viernes nos enteramos de la triste noticia. Confiábamos en que se iba a reponer porque creíamos que un adolescente se sobrepone mejor a estas cosas, pero resultó trágico.
Para resolver su problema, deberá usar implante coclear”. Sin dudas que para Azul esta noticia fue impactante, ya que es una jugadora de Rugby, deporte que ama y no podrá practicar más, ya que los implantes son un impedimento para realizar la disciplina.
Por otro lado, la familia arremete contra la institución educativa, y sostienen que “Subestimaron lo que pasó”. “No llamaron a la policía ni a la división de explosivos, no se hicieron los peritajes correspondientes con el instrumento casero, manipularon las cosas, no se resguardó la escena. Subestimaron todo, hubo muchas irregularidades y no le dieron importancia a lo que pasó”, apuntó Matías. Eso fue lo que lo motivó a iniciar una denuncia penal como padre y abogado de la víctima: “La escuela quedó muy corta, los sobrepasó. El director y todos en su equipo son los responsables directos de cuidar y de velar por la seguridad de los alumnos y esto no sucedió”. Además agregó que “Estoy disconforme con el colegio porque los días que estuvo internada nunca fue un directivo para ofrecernos su ayuda o brindarnos su apoyo. Solo me pidieron que les lleve las boletas para que su seguro se haga cargo de los gastos”.
Así mismo, acusa de no dar a conocer lo sucedido dentro del colegio “Lo sabían pocos, los padres más cercanos y los compañeritos de Azul, pero el resto no lo sabía. Lanzaron un mail que mandaba a reflexionar e invitaba a las familias para que hablaran con sus hijos y tuve que exigir que lo replicaran en primaria para evitar un próximo hecho tanto el ámbito escolar como en la casa”.
Hasta el día de hoy, la institución tampoco logró identificar a los autores del challenge de TikTok, donde utilizan una botella y mezclan productos para generar una reacción química.
En ese sentido, planteó: “Las autoridades me dicen que no saben nada, que si ha sido una sola persona o, si fueron varios, que han hecho un pacto de silencio; incluso puede ser que las mismas familias los estén cubriendo. Vi tantas irregularidades que me permito desconfiar que no lo sepan”. La UFI N°11 de Mar del Plata tomó intervención en la causa.