La necochense Laura Ferri lleva 14 años viajando a bordo de su Mehari luego de dejar su trabajo. Con más de 120.000 kilómetros recorridos, la nueva meta junto a su amiga es partir de nuestra ciudad y llegar a Alaska.
La historia de Laura Ferri comenzó hace casi 15 años, cuando tras renunciar a su empleo, se fue a recorrer las rutas de América en un Citroën Mehari modelo 1973. En la actualidad, lleva miles de kilómetros recorridos y una nueva meta de viaje: partir desde Necochea y llegar a Alaska.
Si bien aún no tiene una fecha de partida determinada, las amigas ya están haciendo los preparativos y previsiones del viaje. Mapas, documentación, herramientas, combustibles, dinero, hospedaje, un sinfín de cosas más que ya se encuentran organizando.
Según dio a conocer Laura, hace 15 años en Necochea “estaba buscando un autito porque en ese momento estaba haciendo otra carrera en Mar del Plata y mis hijos estaban estudiando en La Plata. Eran 125 kilómetros que tenía que recorrer y quería un autito para ir y venir. El presupuesto me daba para un Renault 12 o un Dodge, pero había que hacerles mucho. Y pensé: si a mí me gustó toda la vida el Mehari. Entonces lo empecé a buscar y después de mucho tiempo lo encontré, o el me encontró a mí, a dos cuadras de mi casa”, en el centro necochense.
En 2012 renunció a su trabajo en la Dirección de Escuelas y salió a las rutas. “Sé que le he hecho mucho más de 120.000 kilómetros. Son 14 años y fui hasta Perú, pero mis viajes casi nunca son lineales, voy entrando en los pueblos, si tengo que volver para atrás, vuelvo. Desde que me hice dueña de mi tiempo ya perdí la noción de perderse. La primera vez que me perdí, en Córdoba, lloré. Y después dije: ¡Pero cómo me voy a perder si la tierra es mi casa! Donde haya un camino voy a llegar a algún lado. No uso GPS ni nada por el estilo, voy preguntando”. En el último viaje, con Olga como copiloto, recorrieron 23.000 kilómetros, atravesaron 15 provincias y surcaron la Ruta Nacional 40 de norte a sur, incluidos los seis tramos de ripio.
Por estos días el vehículo se está poniendo a punto para cuando le llegué el momento de rumbear hacia Alaska, a 14.000 kilómetros de Necochea. La idea surgió en otro viaje previo, según Laura: “Cruzamos y cuando estábamos llegando vimos la posada Haruwen, que está en el kilómetro 3.005 de la ruta 3. Entramos porque nos gustaba. Nos iban a dar un certificado por haber llegado al fin del mundo. Y el hombre nos dijo que nos pondría un sello. Nos puso medio sello de América y dijo: ‘Tienen que ir a buscar la otra mitad a Alaska’. Nosotros nos miramos y empezamos a jugar con esa idea. Ya veníamos charlando que teníamos ganas de seguir”.
