La caída en el rendimiento de la cosecha de trigo y cebada será inevitable mientras que también asoman problemas para la ganadería por falta de pasturas mientras que se demoró la siembra de la cosecha gruesa, según advirtieron los productores locales.
Las condiciones de sequía generan preocupación en el sector rural de Necochea y de la región.
Por tercer año consecutivo, se mantienen las condiciones de sequía provocadas por el fenómeno “La Niña” lo que impacta en el desarrollo de los cultivos y en su posterior rendimiento.
La caída en el rendimiento de la cosecha de trigo y cebada será inevitable mientras que también asoman problemas para la ganadería por falta de pasturas mientras que se demoró la siembra de la cosecha gruesa, según advirtieron los productores locales.
Todavía se mantiene la esperanza de que lleguen las precipitaciones y hagan repuntar a los cultivos. No obstante, la situación es dispar: en algunos lotes es casi imposible que haya una recuperación mientras que, en otros, todavía hay posibilidades.
Como si el impacto de la sequía fuera poco, también muchos cultivos fueron afectados por las heladas. En algunos casos, dañó al trigo en su etapa de floración lo que provoca un aborto importante de flores y eso luego repercute en una caída en la cantidad de granos.
Por otra parte, debido a la falta de humedad en el suelo también se postergó la siembra de la gruesa (maíz, girasol) ya que muchos productores intentan postergarla lo más posible hasta que lleguen precipitaciones. En ese sentido, esperan que el período de floración (cerca de dos meses luego de la siembra) coincida con mayores posibilidades lluvias.
Por su parte, los productores ganaderos también se ven afectados por la sequía debido al impacto en las pasturas. La falta de pasto se refleja en el valor de los animales que bajó mucho en los últimos meses.
La nueva proyección ubica la actual campaña de trigo seis millones de toneladas por debajo del ciclo anterior, cuando se obtuvieron poco más de 22 millones de toneladas.
“Los cultivos están sufriendo variaciones, pero en general la pérdida es de entre un 20% la mayoría de los lotes y hay otros que han perdido hasta un 50% de rendimiento”, indicó Esteban Bilbao, socio de Aapresid, la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos y de la Sociedad Rural de Necochea (Carbap-Cra).
No sólo se afecta la economía del productor, sino también de todas las ciudades de toda la zona y de la comunidad porque eso redunda en menos trabajo de cosecha para los contratistas, menos viajes de camiones para los transportistas, menos arreglos de maquinarias, menos plata para invertir. “La realidad es que preocupa, pensando en fin de año y en principio de año que viene”, señaló.