Un joven de 20 años fue aprehendido tras protagonizar una peligrosa persecución con la policía, quien le sorprendió conduciendo una motocicleta robada. El sospechoso desobedeció las indicaciones policiales, desatando una persecución que terminó en su captura. A pesar de confirmarse que el vehículo tenía un pedido de secuestro activo, el joven fue liberado poco después.
Un tenso episodio se desarrolló en la intersección de las calles 87 entre 58 y 60, donde un joven de 20 años fue perseguido por las fuerzas del orden tras ser descubierto en posesión de una motocicleta robada. En un acto de desafío a la ley, el individuo ignoró las señales de la policía para detenerse, instigando una persecución que se extendió a lo largo de varias calles de la ciudad.
La moto, una Motomel 110 cc, destacaba por su aspecto desmantelado: carecía tanto de patente como de plásticos laterales. Sospechando del estado del vehículo, la policía intentó interceptarlo, iniciando un desenlace que terminó con la captura del joven tras una intensa persecución.
La fuga continuó por la calle 36 y la calle 89. Tras un tiempo, el sospechoso, quizás consciente de la imposibilidad de escapar, decidió abandonar la motocicleta para continuar la huida a pie. Finalmente, su intento de escapar terminó en la intersección de la calle 91 y la calle 64, donde los efectivos policiales lograron aprehenderlo.
La motocicleta abandonada no tardó en confirmar las sospechas iniciales de la policía. Tras realizar las investigaciones correspondientes, se determinó que el vehículo contaba con un pedido de secuestro activo. La denuncia del robo había sido registrada en febrero del mismo año, formando parte de una causa que se encontraba a cargo de la Fiscalía N° 20.
Tras su captura, el individuo fue trasladado a la comisaría primera de la zona. Sin embargo, la historia tuvo un giro inesperado. Por decisión de la Fiscalía N° 1, el joven fue liberado poco tiempo después.
