Se espera otorgar al menos 80 licencias antes de fin de año a través de la Agencia Regulatoria del Cannabis (ARICCAME).
Después de 15 meses desde su aprobación, el Gobierno finalmente puso en marcha la ley 27.669 que define el marco legal para la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Esta legislación permitirá la producción de una variedad de productos, desde alimentos hasta cosméticos, y se espera que genere alrededor de 10 mil puestos de trabajo.
Esta ley también establece las condiciones bajo las cuales se otorgarán licencias para iniciar un nuevo sector en la economía nacional. La ley, aprobada en mayo de 2022, tiene como objetivo establecer la cadena de producción y comercialización local o con fines de exportación de la planta, sus semillas y sus productos derivados para uso medicinal e industrial, incluyendo la investigación científica.
El reglamento publicado recientemente detalla el funcionamiento de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), del Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal y del Consejo Consultivo Honorario. Este último estará compuesto por 20 miembros titulares e igual número de suplentes, todos ellos trabajando ad honorem.
Además, se implementará el sistema de Ventanilla Única para la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal, destinado a gestionar los trámites relacionados con la emisión de autorizaciones, licencias y certificaciones necesarias. Este sistema tiene como objetivo principal proporcionar una mayor eficiencia en las gestiones y trámites, unificar procedimientos administrativos y expedientes, dar intervención a los organismos con competencias específicas involucrados y facilitar el acceso y difusión de la información de manera homologada, estandarizada, actualizada e integrada.
La Aricamme será “el organismo competente para regular, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados”. Además tendrá a su cargo “la regulación y fiscalización de la actividad productiva de la industria del cannabis, su comercialización y distribución, para uso medicinal e industrial en todo el territorio nacional”.
Se estima que esta nueva industria generará unos 10 mil trabajos durante los primeros años para satisfacer una demanda estimada en seis millones de usuarios. La idea es otorgar al menos unas 80 licencias antes de finales del año a través de la Ventanilla Única de la Agencia Regulatoria del Cannabis (ARICCAME).
Uno de los aspectos más relevantes del decreto es que define al “cannabis psicoactivo” como aquellos compuestos cuya composición química supera el 1% de THC. Por lo tanto, no se permitirá la fabricación de productos con un porcentaje mayor para evitar conflictos con las leyes penales e internacionales. Las autorizaciones para particulares otorgadas por Salud no proponen un límite para el THC. Aquellos inscritos en este registro pueden tener hasta nueve ejemplares en flor y transportar hasta 40 gramos de cogollos y un máximo de 6 unidades de goteros de 30 mililitros.